Es viernes 20 de Junio y después de estar toda la semana trabajando en el
Hospital Universitario de La Ribera, ha llegado el tan deseado día de poner
rumbo hacia el norte. Concretamente hacia Solsona, lugar donde haría la noche
del viernes para dejar los bártulos allí y no tener que cargar con maletas y de
baul durante la ruta de la V Koalada el sabado, ya que dormiríamos en dicho
hostal.
Así que con esa idea en mente, a las 12:00 AM estoy saliendo por la puerta
del hospital para pasarme por el hotel, cargar equipaje y poner rumbo y
recorrer los 524 kms que tenía planificados para el día de hoy.
El día se presentaba caluroso, no era sofocante, pero el calor apretaba y
más siendo la hora que era. Por lo que decidí salir ya con el chaleco
refrigerante puesto y arrancar a la 13:00 haciendo kms por la autovía para
intentar adelantar todo lo posible hacia Valencia
y luego hacia Nules.
Una vez pasado Valencia, decido pararme a comer algo a la altura de Sagunto. Hasta aquí, poco que contar,
simplemente desear que todos estos kms de autovía pasasen de la forma más
rápida y menos agotadora posible.
Tras reponer fuerzas, vuelvo a emprender la marcha sobre las 15:00 horas
más o menos. Cogiendo nuevamente la autovía, intentando ir concentrado en la
carretera después de haber comido y con el calor que daba, pero no era tarea
fácil.
Los kms iban pasando y algo me decía que el cruce que tenía que coger, me
lo había dejado atrás por culpa del aturdimiento. Así que en cuanto pude, me
salí de la autovía a una estación de servicio algo "peculiar". No, no
era de las de neones y luces rojas y azules ... era una estación de servicio
hecha con contenedores de almacenamiento (los que se suelen ver en los grandes
barcos de transportes). La cuestión es
que decidí entrar a tomarme un buen café para despejarme y un helado para
refrescarme.
Mientras, pude conversar con una de las camareras tras haber
hablado con un transportista que tras indicarle mi ruta, me dio la alegría de
que iba correctamente. Es más, era la próxima salida de la autovía la que tenía
que coger. Así que con esa ilusión me monté
nuevamente sobre la moto para terminar así con, los que yo pensaría que serían
los últimos kms de autovía del día de hoy.
Continue y en la salida de Cabanes
cogí la CV-10, carretera muy recta y rápida que me llevaría hasta Xert, lugar donde hice una parada
técnica para repostaje.
A partir de aquí el entorno y el paisaje empezaba a mejorar. Ahora los kms
discurrán por la N-232, carretera en buen estado y rápida, hasta la llegada a
un puerto de montaña de buen piso y curvas cerradas que no me esperaba
encontrar, la verdad: Puerto de Querol
(1080 m).
La carretera volvía a tener curvas de radio amplio, permitiendo llevar un
buen ritmo constante y disfrutar del fantástico paraje que la rodeaba. Paraje
que, poco a poco iba recordándome y evocando lo conocido por mi hasta ahora del
macizo pirenaico. Y es que las cumbres montañosas de toda esta zona tiene su
firma particular, grandes montañas repletas de vegetación y entre ellas,
normalmente en su parte más alta, asoman cortes rocosos redondeados.
Todo seguiría igual en este tramo. Disfrutando del entorno y de la
carretera. Pensando en el día de mañana y valorando la suerte de poder estar en
ese momento disfrutando como lo estaba haciendo y bajo la justificación
(laboral) que lo hacía. A todo esto, llegué a Morella, población con, lo que supongo que será, un bonito casco
histórico. Desde la carretera nacional, es la sensación que da toda su muralla
y el castillo que la preside.
Eran ya cerca de las 18:00, cuando tras unas decenas más de kms me
encuentro en el cruce que une la N-232 con la N-420 (carretera que une la costa
sur catalana con el interior sur Aragonés:
Tarragona - Alcañiz).
Tras echar las fotografías vuelvo a reemprender la marcha, rumbo a Gandesa. En el transcurso, sigo
disfrutando de la rápida nacional, pero que a pesar de permitirme llevar un
ritmo ligeramente superior a lo permitido legalmente, me hace valorar que me va
a resultar imposible llevar a cabo el diseño original de la ruta ... O al
menos, no sin llegar como mínimo a las 23:30 al hostal en Solsona. Así que tras
llegar a Gandesa, decido hacer una
parada vital en el transcurso de la ruta. Desacanso y mientras lo hago, miro y
valoro distintas posibilidades para poder recorrer las carreteras que mi mente
esperaba hacer y así había diseñado. Carreteras que eran recomendación por
parte del compañero forero Jaume del foro Club Triumph y que eran, al final, la
justificación de hacer todo este recorrido de hoy bordeando las montañas, para
poder atacarlas desde esta dirección y disfrutarlas y que a la vez, me fueran
llevando hacia el destino final.
Tras un buen rato, decido abortar la ruta original. Son las 19:00 y según
el GPS, si me adentraba en esa zona de curveo, no había escapatoria y la
llegada al hotel sería mucho más tarde de lo deseado. Así que decidí cambiar y
continuar hasta Ascó como tenía
planificado y en ese punto, desviarme hacia Flix
y continuar hacia Lleida. Si todo iba
bien, esta nueva planificación me haría llegar al hostal en Solsona sobre las 21:30, hora más que
prudente, teniendo en cuenta que a los días siguiente (sabado y domingo) me
quedaban otras kilometradas de 600-800 kms.
Así que dicho y hecho. Arranco y empiezo a adentrarme en la población.
Cuando consigo salir, hay un tráfico bastante denso en la nacional. Tráfico que
poco a poco consigo quitarme, no sin provocar que el "típico" Seat
León se pique y termine aprendiéndose la matrícula, jejeje...
Parada en una estación de servicio para repostar y valorar la
planificación. De momento, iba bien. Mejoraba por minutos lo planificado. Así
que sin mucha dilación, volví a subirme en la moto para poner rumbo por la A-2
hasta Cervera. A ritmo de crucero
alto, los kms pasaron y aunque me hubiera gustado pararme en la población natal
del actual campeón del mundo de MotoGP, la oscuridad del atardecer que da paso
a la noche cerrada estaba echándose encima y quería llegar al hostal antes que
esa oscuridad se completase.
Una vez dejada atrás ya la A-2, los últimos 50 kms transcurrieron por una
comarcal, hasta llegar a Guissona,
donde cogería la C-451. Esta si era una mejor carretera, con mejor asfalto y,
además, con unas estupendas vistas de lo que es y compone la parte sur de los
Pirineos.
Finalmente a las 21:10 estaba en la puerta del hostal, tras la
correspondiente ligera pérdida por la población de Solsona (y es que encima, la
batería del móvil se me murió justamente al entrar a la población, teniendo que
recurrir a las señales viales e indicaciones de los lugareños).
Tras 539 kms y 5 horas y 30 minutos encima de la moto, estaba en mi lugar
de destino. Ahora solo quedaba cenar algo, hidratarse y descansar a marchas
forzadas para intentar recuperar el mayor número de fuerzas, para lo que al día
siguiente sería la V Koalada.
PD: Podeis ver el resto de imágenes pinchando aquí.
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