domingo, 21 de julio de 2013

El reencuentro conmigo mismo ...



20 de Julio de 2013:

Son las 7:15 del sabado 20 de Julio de 2013 cuando suena el despertador. Y suena porque a las 8:00 he quedado con mi amigo y compañero de ruta Diego para ir a "estrenar" mi nueva moto por territorio conocido y familiar.  Hacía algo más de 8 meses que no sentía esa sensación de madrugar un día de descanso para ir a RUTEAR. Sensación añorada y deseada desde entonces, que se vuelve a repetir.

A las 8:02 entro a la gasolinera en la que hemos quedado y allí veo a Diego revisando la presión de sus neumáticos a su flamante VFR. Aprovecho para revisar también la presión a los mios y tras unos momentos de charla, emprendemos la marcha a las 8:20 con unos fantásticos y agradables 22,3ºC en Vélez-Málaga. La ruta a realizar era la siguiente:

  
Van pasando los primeros kilometros hasta que llegamos al Puente Don Manuel, donde empezamos a subir el puerto. Hasta entonces, durante todos esos kilómetros, solo había pensado en una cosa, en lo feliz y contento que en esos momentos me encontraba. Pero bueno, volvamos al relato rutero ... Las curvas empiezan a llegar y cada vez más rápido, cada vez más cómodo sobre la moto y cada vez más en mi lugar. A mi rueda, Diego, vigilante. 

Una vez ya arriba, cruzamos todo el "llano de Zafarraya" hasta que de nuevo, en los caños de la Alcaicería, empezaron las curvas. Curvas muy traicioneras a esta hora de la mañana, ya que el sol da de cara y los "claros-sombras" hacen que no se divise bien la trazada ni la circunferencia de las curvas. Por lo que no era el momento de seguir con "el ritmo". Momento relajado, hasta que cruzamos Alhama de Granada, donde pudimos disfrutar de un tramo revirado ahora si con buena iluminación. 

Una vez pasado el pantano de los Bermejales, fueron pasando los km hasta que ya enganchamos con la autovía que sube de Motril y que nos llevaría a los pies de la subida que hoy veníamos buscando: Pradollano.

Empezamos la subida y las primeras y amplias curvas de radio constante se presentan ante nosotros. Diego me deja ponerme delante (se resiente del tobillo), y yo empiezo a sentirme cómodo en este trazado que tanto me gusta. Las curvas van pasando una tras otra hasta que llegamos a la parte estrecha, donde nos encontramos con una carrusel de 4-5 coches, siendo el que lo encabeza un camión del ejército. Pero la cosa no acabó, sino que empeoró un pelín más. A cada poco, había "controles" de la Guardia Civil y del Ejército para cortar la circulación, ya que se estaba celebrando una carrera ciclista. Ese era el motivo por el que había tanto ciclista subiendo y bajando como locos !!

Pues bien, con este ritmo, continuamos hasta que ya casi llegando a la zona de arriba nuevamente donde se abre el trazado pudimos disfrutar de los últimos kilómetros.

Una vez ya arriba, pudimos disfrutar de unos envidiables 26ºC mientras desayunabamos y veíamos como iban llegando y saliendo ciclistas del pleno centro de Pradollano. 




Tras reponer fuerzas y disfrutar de una charla más que agradable, emprendimos la marcha hacia abajo. Ahora, si que pudimos disfrutar del trazado prácticamente libre hasta abajo.

Una vez ya abajo del todo, paramos en la gasolinera, para despedirnos, ya que yo me quedaba en Granada a almorzar con un buen amigo y Diego tenía que volver a casa. 

Así que de esta guisa, se completó el ciclo que 8 meses atrás empezó colgando el casco y que en ese día se desenpolvó por completo.

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